LEONARD - EEUU
"Recuerdo que mi padrastro me pegaba con alargadores eléctricos y perchas, con trozos de madera o lo que fuera. Me decía: "Me ha dolido más que a ti." "Lo he hecho porque te quiero". Me transmitía una idea errónea sobre lo que era el amor.
Durante muchos años pensé que el amor tenía que hacer daño. Hacía daño a mis seres queridos. Medía el amor según el daño que hacía al otro.
Fue al entrar en la cárcel, un entorno desprovisto de amor, cuando comencé a comprender lo que era el amor y lo que no.
Conocí a alguien. Ella me hizo ver por primera vez lo que era el amor. Supo ver más allá de mi situación y de mi condena a cadena perpetua por el peor crimen que un hombre puede cometer: matar a una mujer y a un niño.
Fue Agnes, la madre y abuela de Patricia y Chris, a los que maté, quién me dio la mejor lección sobre el amor. Ella tenía todo el derecho a odiarme, pero no me odiaba. Con el tiempo y el camino que hemos recorrido, que ha sido increíble, me ha dado amor. Me ha enseñado lo que era."
En este caso, he elegido los primeros siete minutos para hablaros del tema que he escogido: La violencia.
Como hemos podido apreciar en este video, la violencia distorsiona la realidad.
Una de las causas que lleva a un asesino a matar, es por la enseñanza que ha tenido, por los valores que se le ha dado y por cómo ha sido educado. Si a un niño le enseñas que pegar está bien, que hay que hacerlo cuando se quiere a alguien, en el futuro ese niño tendrá una idea equivocada de lo que es el amor, como en este caso le sucedió a Leonard.
(Imagen de Google)
En la mayoría de los casos de una persona que lleva a matar, o ser violento, es porque previamente ha tenido varios episodios de maltrato durante la infancia, y ven la violencia como algo normal, que en los casos más extremos, llega al homicidio.
Abandono, pobreza, carencias emocionales y malos tratos son componentes comunes de muchas de estas tragedias.
Pero... hay miles de niños que viven en estas condiciones y no son violentos, y mucho menos, se convierten en homicidas.
¿Por qué ocurre esto? Un niño maltratado puede llegar a convertirse en un asesino si queda atrapado en esta telaraña del pasado, si no llega a superar esta situación, a esto se le suma que determinadas condiciones de vida pueden llegar a alterar parte de las estructuras del cerebro que controlan los impulsos, una situación de malos tratos repetitiva puede alterar el cerebro del niño que aún está en fase de maduración, y dejar huella en él, ya que dañan los circuitos cerebrales que controlan los instintos agresivos.
(Imagen extraída de Google)
Por tanto, no se debe juzgar al agresor sin antes echar un vistazo por su pasado. Esto no es una justificación a las acciones de un asesino o un agresor, pero es un pequeño detalle que no tenemos en cuenta a la hora de analizar esas situaciones, desgraciadamente, tan comunes y desagradables.
Como última reflexión, me gustaría que se fomentara la estabilidad emocional, sobre todo de las personas que viven en condiciones desfavorables, ya que su situación puede marcar una gran diferencia en una persona que quizás, por culpa de esto, su vida puede tener un antes y un después con la palabra ASESINO a sus espaldas, que además, permanecerá en ellos en resto de su vida.
(Imagen de Google)
Por último, tengo que agradecer a mi profesora de filosofía, que ha sido la que me ha enseñado el vídeo de "Human Extended", porque gracias a ella he podido darme cuenta de muchas de estas verdades y con ello, aprender a no juzgar sin antes conocer la situación del otro.
Si queréis ver otra publicación que me ha parecido interesante y trata muchos aspectos del tema de las causas de la violencia, pinchad aquí.
